Los audífonos requieren de una tecnología bastante sofisticada que se ha mejorado muchísimo con el tiempo. Naturalmente, los primeros audífonos lanzados no contaban con la mejor calidad, lo que dio lugar a la creación de algunos mitos, hoy en día completamente echados por tierra.
- Silbidos o pitidos
El pitido que se produce cuando el aparato queda holgado en el interior del oído se conoce como feedback o retroalimentación. Todo el mundo podía escucharlo salvo quien llevaba puesto el audífono, claramente. Hoy, ese penetrante y molesto silbido es virtualmente inexistente, lo que evita pasar por la incómoda situación de conversar con alguien con un pitido de fondo.
- No funcionan bien
Los aparatos actuales son ampliamente superiores en cuanto a calidad de sonido. Además de captar mejor los sonidos ambiente, la prestación de reducción de ruido ayuda a mantener la audibilidad en niveles agradables. Logran equilibrar los volúmenes amplificando los sonidos suaves, como las voces de los niños, y minimizando los sonidos ambientes cuando se elevan, por ejemplo en restaurantes y aeropuertos.
También cuentan con una infraestructura electrónica que dispone de un reductor del ruido del viento para estar a la intemperie.
- Parezco mayor
Hace unos años los aparatos eran muy notorios, grandes y poco estéticos. Por esto, muchos usuarios intentaban esconderlos por vergüenza. Sin embargo, hoy son mucho más discretos y se diseñan para ser casi invisibles. Son ligeros y cómodos
¡Nadie debería privarse de escuchar normalmente!
Estos tres falsos mitos ya pertenecen al pasado puesto que la tecnología los ha desplazado por completo. Consultá nuestro catálogo y encontrá el que mejor se ajuste a tu necesidad.